Aprendí
Que me gusta mas el suspenso de tu silencio
y ver tu boca rosada como prólogo de mis historias.
Ahí encuentro las ganas de descifrarte,
como a un rompe cabezas de millones de piezas.
Descubrí
Que tu mirada es el ancla que inmuta mi atención,
cuando me regalas dos pupilas ,
ellas convierten cada ocasión en sensación.
Concebí
La idea de apreciarte
como a una fotografía, en dos dimensiones,
Porque disfruto imaginar tu magia,
La sencillez de Tu Presencia.
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